Ekadashi: el día de ayuno o semiayuno lunar en Ayurveda
Ekadashi es el 11° día después de la luna llena y el 11° día después de la luna nueva. La fisiología humana pasa por un ciclo llamado mandala, aproximadamente cada 40 a 48 días. En este ciclo, surgirán tres días específicos, que pueden ser diferentes de una persona a otra y no tienen por qué venir con igual espaciamiento, en los que el cuerpo no pide comida. Se aprovecha entonces para hacer ayuno o semiayuno y obtener todos los beneficios de este descanso del sistema digestivo.
Pero no sólo eso, en realidad, ekadashi forma parte de nuestra sadhana o práctica espiritual. Se cuenta que en el día de Ekadashi, el planeta mismo está en un determinado estado, por lo que, si mantenemos nuestro cuerpo ligero y disponible, nuestra consciencia se tornará hacia adentro.
En cierta manera, el sistema digestivo y la mente tienen cierta similitud. Ambos procesan información que proviene de fuera, y la hace parte nuestra, la integra.
Para el ayurveda, una alimentación rajásica, afectará el movimiento de nuestros pensamientos haciéndolos rápidos y erráticos. Rajas es movimiento. Una alimentación tamásico (lento), nos aletarga no sólo físicamente, sino también mentalmente. Por lo que siempre se promueve una alimentación sátvica, llena de prana energía saludable y viva, lo cuál tendrá su efecto en una mente despierta y luminosa. En ayurveda todos los alimentos tienen una condición energética y nuestra alimentación afecta completamente a nuestro estado mental y emocional, no sólo al físico.
Sin embargo, tenemos tan interiorizados las rutinas de comida y tenemos tanta información sobre lo que deberíamos comer -tanta cantidad de proteínas, frutas, agua etc.- que dejamos de escuchar nuestro instinto, comemos por costumbre “porque toca”, no identificamos si tenemos hambre real o no. Tampoco nos damos cuenta de cómo nos afecta lo que comemos a otro niveles como el mental o el emocional. Pero si prestas atención, empezarás a darte cuenta, y se trata un poco de esto.
La negación forzosa de comida no es el punto. Si ayunas a la fuerza sin preparar suficientemente tu cuerpo y tu mente, solo causarás daños a tu salud.
El cuerpo debe estar bien preparado, y mentalmente también debemos estar en un estado determinado: conscientes de porqué lo estamos haciendo y que forma parte de nuestra sadhana espiritual. Recuerda en todo momento de que trata de cultivar la interiorización, la devoción, el silencio interior y la contemplación. Entonces, con esta preparación y enfoque, el ayuno puede ser muy beneficioso.
Cada día de Ekadashi recibe un nombre y nos trae una historia, cuento o mito, sobre el que reflexionar, meditar y contemplar sus enseñanzas.
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PREPARA TU MENTE PARA EL AYUNO LUNAR
El estado emocional en el que te encuentras es muy importante a la hora de restringir las comidas. Permítete conectar con tu sabiduría interior y decidir si es el momento adecuado para llevarlo adelante o no:
Respira profundamente las veces que sean necesarias para tranquilizar tu cuerpo y también tus pensamientos.
Contempla desde dónde deseas hacer el ayuno. ¿Por qué quiero hacer esto? ¿Qué ando buscando con ello? ¿Realmente deseo hacerlo? ¿Podría sentirme bien si decido no hacerlo?
Respira de nuevo y, cualesquiera que sean la pregunta y la respuesta que hayan surgido, dales un espacio para que se expresen en ti con claridad y puedas ver de dónde ha surgido.
Decidas lo que decidas, recuerda, siempre, que está bien.
CÓMO HACER EL AYUNO LUNAR EKADASHI
Si decides hacer el ayuno justo los 11 días después de la Luna llena y la Luna nueva (puedes consultar las fechas de 2023 y 2024 más abajo) puedes hacerlo siguiendo estas pautas:
El día antes haz una cena vegetariana sátvica (sin cereales, ajo, cebolla, huevos ni legumbres)
El día del ayuno suprime los alimentos y toma solo agua e infusiones libres de teína.
Al día siguiente introduce una pequeña cantidad de cereales, como puede ser una crema de arroz o un porridge de avena, para romper el ayuno, desayunar y luego comer una comida también ligera.
ALTERNATIVAS AL AYUNO LUNAR TOTAL
Una alternativa, si no tienes práctica o incluso no te apetece ayunar todo el día, es reducir las comidas a una o a dos o incluso hacer las tres pero con alimentos y cocciones de fácil asimilación y digestión para que los sistemas funcionen al mínimo dándonos ese espacio de descanso. Podría ser de la siguiente manera:
Desayuno: puedes tomar fruta, preferiblemente manzana (cocinada si la temperatura es baja o si tu sistema digestivo no es muy potente) y añadirle canela. Si necesitas algo que sustituya al café, puedes tomar una infusión suavecita, como una infusión de hierbaluisa.
Comida: trigo sarraceno (si es invierno) o quinoa cocidos con verduras al vapor o bien pasadas ligeramente por la sartén con un poco de aceite, sal y pimienta. Dora en una sartén coco en polvo o copos, almendras laminadas y jengibre rallado. Sirve todo junto con un chorreón de limón. También puedes apañar con una sala de yogur ecológico de cabra o vegano con un poquito de sal. Recuerda no utilizar, cereales, legumbres, ajo, cebolla, huevos, carne o pescado.
Cena: una crema ligera de zanahoria y jengibre o un caldo de verduras. Puedes utilizar ghee para tostar semillas de especias y añadir alguna verdura de temporada en forma de caldo o bien en forma de crema. Por supuesto, sin utilizar los alimentos no sátvicos.
Consulta siempre a un profesional de la salud tu condición inicial y si lo considera adecuado que guíe tu ayuno o semiayuno dándote pautas personalizadas.